El sábado se estableció un nuevo mojón en la historia del Sentimiento 1891. Probablemente, el más importante de estos siete años.
Pero no podemos ni debemos resumir tanto tiempo de trabajo en la obtención de un objetivo. El camino recorrido por este grupo no se merece que su trayectoria se acote a un resultado.
El periplo comienza varios años atrás. En el peor momento de la historia institucional, surge esta agrupación que hoy ocupa centímetros y segundos en los medios de comunicación. Con valores y convicciones inamovibles, crece en número y actividad en base a trabajo silencioso, incondicional y desinteresado.
Hasta que en este 2014, visualizando la necesidad de un cambio en el modelo de gestión del Club, resuelve participar de la vida política institucional. Meses de estudio, interiorización, análisis, reuniones y el establecimiento de una estrategia basada en el hacer todo lo posible y decir sólo lo suficiente. Sin perder su esencia, se gestaba así la Agrupación Sentimiento 1891.
Meses después, ante diversas concordancias de filosofía y estilo de trabajo, y una complementariedad positiva que potenciaba los recursos de ambos grupos, surge la posibilidad de fusionar nuestro equipo al del Espacio Siglo XXI. Se decidió trascender al acuerdo meramente electoral e integrarnos bajo el mismo lema para conformar una lista con todos los matices.
Unidos por Peñarol fue más que un slogan. Es la frase que representa el sentir de este grupo de incondicionales dispuestos a resignar todo por el bien de Peñarol y sus pares: los socios.
Conociendo las áreas neurálgicas de la institución y a partir de la experiencia de un equipo heterogéneo en formación y trayectoria, elaboramos un proyecto completo, profundo y aplicable con el objetivo de maximizar los recursos, reducir los riesgos y el azar, y acercar a Peñarol al éxito en todas sus actividades.
Lanzamos nuestra candidatura a 30 días de las elecciones. Presentamos el plan de gobierno, la lista definitiva y establecimos que iríamos de forma independiente, con nuestra propuesta, por el gobierno de Peñarol.
Comenzó un mes de mucho trabajo y militancia. Lo vivimos con la intensidad que la causa requería. Aumentó la exposición y todas sus consecuencias. Soportamos con hidalguía, templanza, amor propio y convicción cuestiones difíciles de omitir u olvidar. Fuimos criticados, acusados, subestimados y hasta desacreditados, pero nada nos apartó del camino que nos habíamos trazado: el del respeto, la propuesta y la empatía con el sentir del socio e hincha.
No fue fácil transitar la ruta planificada sin mirar hacia los costados pero logramos mantener el pensamiento y la mirada puestos en la meta: el bien de Peñarol.
Las actividades se multiplicaron con el correr de los días. Con un presupuesto acotado y soportando los embates de la campaña, recurrimos a la unión, el ingenio y la dedicación para llegarle a ese segmento de socios que debía confiar en nuestra propuesta y apoyarnos con su voto. Charlas, entrevistas, movidas y materiales publicitarios… y también el ‘voto a voto’, en todos los ámbitos donde sentimos que somos fuertes y haciéndonos en los que no. Cada integrante de esta Agrupación le hizo llegar a su entorno el mensaje coherente de una nueva forma de hacer política en Peñarol.
Se sucedieron las conversaciones, discusiones e intercambios… y la sensación era que habíamos cumplido. Cada uno de nosotros podía estar tranquilo de haber ‘dejado todo’, respetando valores y códigos, alineado a un estilo de trabajo ligado a la prédica: hablemos menos y hagamos más.
Así llegamos al día del ‘partido’ más importante; y lo jugamos con la intensidad que requería. El sábado 13 de diciembre fue una fiesta para Peñarol y el Sentimiento 1891. Disfrutamos de una jornada inolvidable con más de un centenar de integrantes, compartiendo espacio con los correligionarios de las demás agrupaciones en el ámbito de camaradería y fraternidad que el Club merece.
Mantuvimos la línea. No atendimos las encuestas ni las tendencias de los datos preliminares ‘a boca de urna’; continuamos con la dinámica que nos habíamos propuesto: convencer desde el proyecto a los que optaron por participar, por aprovechar la posibilidad de elegir y poner en manos de una agrupación los destinos del Club. Dentro y fuera del Palacio, pudimos palpar el apoyo de una cantidad de socios.
Fueron mil doscientos cincuenta y nueve los que expresaron “Voto por la presente lista y sus respectivos candidatos. Comité: Sentimiento 1891; Lema: Unidos Por Peñarol”.
A través de estas líneas queremos transmitirle a todos que la alegría por lo obtenido es inmensa pero la mayor satisfacción no radica en el resultado sino en la forma: las ideas, la estrategia, cada palabra y acción; ese es nuestro logro.
La felicidad por semejante respaldo es difícil de describir.
Nos gustaría agradecerles uno por uno pero entendemos que la mejor manera de decir “gracias por su confianza” a todas esas personas es garantizarles que respetaremos lo que propusimos, seremos coherentes con nuestro discurso y asumiremos con absoluta responsabilidad y dedicación el rol que nos asignaron a través de su voto.
Nacho y Betingo en el Consejo Directivo, los 20 socios designados para la Asamblea Representativa y todos los integrantes de este grupo que ostenten un lugar en la gestión de Peñarol, representarán a los 1259 socios con absoluta honestidad, compromiso y dedicación.
¡Viva el Club Atlético Peñarol! ¡Viva el Sentimiento! Unidos por Peñarol.