Ruglio: “La ‘mesa chica’ debe existir, pero está mal manejada”

10/12/2014

El suplemento deportivo Ovación, del diario El País, publica hoy una extensa nota de Jorge Savia a Ignacio Ruglio en la que el candidato del Sentimiento repasa la génesis de la Agrupación, su visión crítica respecto de las distintas corrientes y su vínculo con éstas, y la distancia -marcada en hechos e ideas- con la conducción actual. El presidenciable de la Lista 1891 habló del futuro inmediato en el plano deportivo y la importancia del semestre que viene, de las decisiones estructurales que se deben tomar para cambiar la matriz de gestión del Club y de la responsabilidad social, entre otros temas.

Transcribimos la entrevista para que puedas repasarla en nuestro sitio.

Ruglio: “La ‘mesa chica’ debe existir, pero está mal manejada”

Juan Ignacio Ruglio Bachino nació en Minas hace 35 años; casado, con dos hijos, de 13 y 15, es empresario de comercio exterior y espectáculos, locales e internacionales. Candidato presidencial de la lista 1891 en Peñarol, hace tiempo impulsa la unión de los 25 clubes ganadores de la Libertadores, como el G-18 de los europeos.

“El oficialismo dice que nos iremos con la oposición y la oposición que nos iremos con el oficialismo”.

— ¿Por qué se presenta la 1891?

—Porque cuando decidimos participar en la vida política de Peñarol, vimos que faltaba un grupo realmente nuevo y ésta es la única opción de renovación general que encontramos, de ir directo hacia cambios estructurales que la institución requiere. Queremos mostrarle al socio que hay una forma distinta de conducir a Peñarol, y estamos convencidos que, más acá o más allá, vamos a alcanzar el gobierno del club con una nueva propuesta.

—¿Qué diferencia hay entre la 1891 y otras listas no oficialistas?

—Yo tengo una visión muy integradora y un gran respeto por el resto de las corrientes; no hablo mal de ninguna, porque todos trabajamos adentro del club, antes y después de esto. El matiz es que somos la única fuerza nueva, el resto ya lleva 6 años en el club, por lo menos; y no vemos que ninguna haya hecho los cambios de fondo que precisa Peñarol. Se necesita una renovación urgente.

—En la interna hay quienes dicen que si la 1891 saca uno o más consejeros, se van a sumar al oficialismo en el Consejo.

—El que dice eso no conoce nuestra forma de comportarnos en los últimos siete años. Tengo el orgullo de que me acompañe “Betingo” Sanguinetti y su gente, que tienen 4 asambleístas en la Asamblea Representativa, y en la última los 4 de la 1891 no aprobaron el balance, se abstuvieron de votarlo. Eso es parte del juego electoral: en el oficialismo dicen que nos vamos a ir con la oposición y en la oposición que nos vamos a ir con el oficialismo.

—¿Le reconoce aciertos a la conducción actual?

—Todos los cambios institucionales que hubo en los últimos tiempos son producto de toda la directiva; y esos cambios son muy fáciles de ver, son reales. El club se modernizó mucho, se profesionalizó mucho, pero yo prefiero centrar mi visión hacia el futuro, porque cuando miramos a las instituciones más modernas del mundo nos damos cuenta que hay mucho para avanzar, y que esos cambios que queremos imponer deben ser urgentes.

—¿Por ejemplo?

—En el área de responsabilidad social. Peñarol es la marca más importante del Uruguay en cantidad de adhesión de público a una causa y, con el nivel de fidelidad que tiene, cualquier marca querría tener esa adhesión en la población. Entonces, que el presidente y el capitán del club no sean figuras que estén al menos dos veces al mes encabezando dos grandes obras sociales del país, y abriendo los i

nformativos centrales diciendo que el presidente y el capitán estuvieron, por ejemplo, en el barrio “40 semanas” repartiendo pelotas, jugando un rato con los niños y hablándoles los principios que predicó toda la vida Peñarol desde los primeros obreros del ferrocarril, es un debe grande que tenemos.

—¿Y en la parte deportiva?

—Hay que hacer un cambio estructural muy grande. Implementar rápido un cuerpo deportivo general, encabezado por un director deportivo, urgente; y a futuro debe haber también un secretario deportivo. Hoy, con el director deportivo, más el gerente (Carlos Sánchez) que tenemos, y más Ahuntchain con el buen trabajo que está haciendo, ya sería una buena parcela que se está necesitanto; esa es la gran explicación de por qué en los últimos 10 años hemos cambiado tanto de técnicos, cortamos tantos procesos y contratamos una cantidad desmedida de jugadores, que a veces ni siquiera terminan jugando, para lo que es el presupuesto del club, que es gigantesco.

—¿Habló algo con Damiani de todo esto?

—Con todas las corrientes. Durante 7 años hemos trabajado en silencio, y muy pegados a todas las corrientes.

—¿Existe la “mesa chica” de Damiani y algunos consejeros afines decidiendo sin contar con la opinión del resto?

—Existe en todas las grandes organizaciones. Es imposible tomar decisiones entre 15 o 20 personas. La “mesa chica” tiene que existir, pero en Peñarol está mal manejada. Cuando uno tiende a las grandes organizaciones, no importa el escalón que cada miembro represente dentro de ella. Cuando se ningunea a alguien, así sea el escalón más bajo, como el ser humano se siente dañado, eso a la estructura le genera un enorme problema. Cuando esa mesa chica la armás sólo entre algunas personas, estás dañando la estructura, y ese es el concepto que no se entiende. La mesa chica debe existir, pero debe estar integrada por todos los sectores, incluso hasta el más pequeño. Peñarol debe estar integrado por muchas mesas chicas, pero todas ellas deben estar integradas por los todos los sectores que tienen representación, para nadie diga que lo dejaron afuera. Las grandes decisiones se toman entre cuatro, cinco o seis personas, como máximo, y en Peñarol no hay más que esa cantidad de corrientes.

—¿Cuáles serían las primeras medidas que impulsaría, sea como presidente o consejero?

—Profesionalizar la estructura deportiva, eso es urgente. La contratación de un director deportivo, que para nosotros debe ser Gonzalo De los Santos; es más, ya debería ser desde hace un mes, no haber esperado a las elecciones. Es más, nos sorprende cómo todos los grupos que tienen representación en el Consejo Directivo, y ahora son circunstanciales contendores nuestros, hoy todos están de acuerdo, y nos preguntamos por qué no lo hicieron en estos seis años anteriores. Bueno, si no se hizo, por hache o por be, hagámoslo ahora; y nos preguntamos por qué hay que esperar a las elecciones, si en realidad estamos todos de acuerdo en que hay que hacerlo.

“Es mucho más grave”

—La contratación de jugadores debe ser muy bien pensada, pues el próximo semestre es clave en la vida del club: si no clasificamos a la Copa 2016, vamos a estrenar el estadio en febrero 2016 sin Libertadores. Es algo mucho más grave de lo que, los que miran el corto plazo, creen. ¡Hacer una inversión de US$ 40: o 50: y no poder inaugurar el estadio en una fase de grupos!; o al revés: ¡qué va a ser inaugurar el estadio con los partidos de primera fase, y con 42.000 personas colgadas del techo para decir: “Yo estuve en la primera Libertadores que se jugó en el estadio de Peñarol”. Por eso no entendemos cómo no hay alguien que ya esté provocando los cambios, sin esperar a las elecciones.

Si hubiera venido un iluminado…

Ruglio enfatizó que “el estadio de Peñarol es patrimonio de todos los socios. Si hubiese venido un iluminado a poner 40 o 50 millones de dólares y lo hubiera pago por completo, habríamos aceptado que es propiedad de una persona; pero no es así. Aceptamos que Juan Pedro (Damiani) fue el que empujó el proyecto, si duda, pero si no hubiese tenido el apoyo de todos los grupos de Peñarol, y los socios no hubieran comprado sus palcos y butacas, nunca podría haber sido posible ese proyecto”.

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